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BLOG DE CRÍTICA Y REFLEXIÓN SOBRE ARTE Y ACTUALIDAD CULTURAL

viernes, 16 de diciembre de 2016

STEAMPUNK, LA ESTÉTICA VICTORIANA INDUSTRIAL


La fotografía no es tan solo una disciplina técnica con gran capacidad artística, ante todo es un arte interdisciplinar, una visión global que abarca un lenguaje múltiple que se alimenta de distintas fuentes de inspiración. Su funcionalidad es captar la realidad completa, pero en sus diferentes esencias: realidad pura, hiperrealidad, metarealidad, transrealidad, exorealidad, entre otras.

Como entidad general, la realidad en sí misma es aquello que aparentemente nos rodea, lo que apreciamos a través de los sentidos. Pero la realidad no es percibida de forma igual por todos, a pesar de vivir insertos en realidades parecidas. Cuando entramos en contacto con las diversas formas de conocimiento, la razón, la percepción, la emoción, el lenguaje y el arte, estimulan nuestra esencia bajo formas múltiples, desencadenando consecuencias diversas. Todos percibimos la realidad de una forma diferencial porque simplemente la elaboramos bajo filtros dispares.

Pero a veces la realidad se desintegra, se funde, penetra en dimensiones no habituales a los sentidos básicos, es decir, se supera a sí misma, se transmuta, se autodestruye. Deja su parte real y regresa o viaja en el espacio y el tiempo. Es el caso de la realidad que nos ocupa, el Steampunk, que vendría a ser un sentimiento existencial que marca una realidad diferente actual pero se alimenta de un estado esencial de retroceso histórico.

Retrospección, fusión, tiempo victoriano, complementos rescatados de épocas industriales donde los engranajes y las piezas formaban sistemas que desafiaban toda la lógica comprensible. Fueron la exquisitez vanguardista de su momento, donde la ciencia ocupaba un sagrado lugar y fraguaba los más sorprendentes y extraños inventos. Muchos de ellos los hemos vistos en numerosos pasajes de ciencia ficción, cómics y videogames.

La inspiración Steampunk proviene de un pasado glorioso victoriano donde las máquinas causaron el asentamiento industrial e ingenio de la humanidad del momento. Se trata de un estilo cultural y gráfico que marca una forma de entender la vida como una actividad mecánica de la sociedad. Se ha introducido en la moda, en el arte, en la música, en la literatura, en la fotografía, fusionando muchas estructuras gráficas a modo de un collage perdido en el hito de la historia.

Ante la digitalización invasiva y fácilmente manipulable, la mecánica legendaria de períodos supuestamente superados, el Steampunk renace de nuevo como un signo distinto de evolucionar y de ver los espacios. Recoge las herencias del pasado para generar extraños híbridos de modernidad y alternativa artísticas, adaptadas a las metarealidades de nuestro tiempo.

La palabra Steampunk es el resultado de mezclar los vocablos ingleses Steam (vapor) y Punk (contracultura juvenil de extrema rebelión a mediados de los 70). Inicialmente la palabra se asoció a un subgénero literario que nació dentro de la ciencia ficción especulativa en la década de los 80, concretamente de la mano de los escritores de la movida Cyberpunk. A día de hoy este subgénero ha madurado tanto que se ha convertido en un movimiento artístico y sociocultural por sí mismo, una personalidad de viejas maquinarias doradas asentadas en la Inglaterra victoriana y eduardiana o en los Estados Unidos de Norteamérica del Wild West.

Las temáticas Steampunk muestran tecnologías anacrónicas, invenciones futuristas imaginadas por los visionarios de su época pero insertadas dentro del espacio actual. No se trata de una simple pose o moda estética, sino más bien de una retro vanguardia, consistente y reciclada, que toma prestados algunos elementos del futurismo del siglo XX. También absorbe elementos del romanticismo gótico, del dandysmo decadentista de Charles Baudelaire y Oscar Wilde, o del fetish de divas actuales como Dita Von Tesse o Porcelain Black. Si a todo ello añadimos los propios ingredientes steam y punk, se obtiene la esencia industrial y post-apocalíptica de la realidad steampunkiana.

El grafismo Steampunk toma su energía y envoltorio de las leyendas literarias de H. G. Wells y de Jules Verne, pero también de autores contemporáneos como Phillip Pullman, Scott Westerfeld y China Mieville. También absorbe las semillas dejadas por films clave como Jim West, Wild Wild West o Final Fantasy, 9, The Eye of Storm (de Lovett) y The Mysterious Geographic Explorations of Jasper MorelloSus obras configuran una potencia imaginaria de ficción especulativa que desencadena una amalgama de refinadas ucronías entendidas éstas como una reconstrucción histórica sobre hechos posibles pero que no han sucedido realmente. El Steampunk es, por tanto, un rechazo de las estéticas actuales que cambian constantemente y alejan al individuo de la ciencia y la sociedad. Además, representa un discurso contra la obsolescencia programada, entendida ésta como el desarrollo de un producto sabiendo que morirá o estará obsoleto en un tiempo concreto.

Musicalmente hablando el Steampunk agrupa bandas y artistas muy dispares: desde el dance industrial y world music de Abney Park, las creaciones del inventor y cantante Thomas Truax, los trabajos de Sunday Driver influenciados por la música carnática, la opera hip-hop industrial del Doctor Steel, el rock progresivo y la dark wave de Vernian Process, el avant-garde rock y rock gótico de Unextraordinary Gentlemen, los sonidos electrónicos de The Wet-Glass RO, hasta el big band de la Secret Society de Darcy James Argue. Además, el Steampunk ha penetrado profundamente en el mundo de la moda, el diseño, el comic, la animación y los videojuegos.

Asimismo, el Steampunk es un estado de lucha y desprecio ante la frágil naturaleza críptica de la era digital, una filosofía que rechaza la producción en masa, a favor de los productos formados a través de los artífices de la mecánica más refinada. Una máquina Steampunk es casi irrompible, tiene diseño y es una obra de arte en sí misma.

Por su parte, la fotografía Steampunk plasma y crea la simbiosis entre máquinas, artilugios, sociedad y seres humanos, una tetralogía que incluso tiene sus propias leyes, su visión de la vida y de la cultura. No se trata de sesiones fáciles de conseguir, dado que la dificultad reside en disponer de los elementos para construir esa arquitectura estilística que simboliza al ser humano biomecanizado. Tubos, compartimentos cristalinos, partes de armaduras, máquinas y artefactos, corsés, joyas, sombreros de copa, gafas de aviador o de soldadura, maquinarias relojeras, engranajes dentados, cables férreos, pistolas, máscaras antigases, y un larguísimo etcétera de ingenios arcaicos.

La iluminación fotográfica juega un papel determinante. Realza la belleza de la piel, dejando una textura estilizada, plana, sin defectos ni arrugas, a modo de las más frágiles porcelanas de la época. Dominan los colores cálidos, amarillos, naranjas, ocres, dorados, con algunos toques de alternativas cromáticas hacia el azul, el verde o el lila… El blanco, el negro y el gris, están muy presentes, aunque a veces navegan entre la dominancia, la exclusividad o la ausencia.

En algunas iconografías aparece la tenebrosidad gótica. En otras la plástica y la atmósfera se fugan hacia las tonalidades frías y apocalípticas. Hay trabajos limpios, sin post producciones. Todas imágenes muestran el drama representado. Sin embargo, en otras imágenes se realza la brillantez ilustrativa del combinado digital, donde el software de imagen se corona como rasgo dominante y posterior a la captura: Photoshop, Painter, Illustrator, etc., ayudan a configurar una infografía que culmina como un el arte final de absoluta exquisitez. Ambas técnicas generan resultados que buscan trascender la realidad a fin de penetrar en el seno de un hiperrealismo casi pictórico.

En conjunto se trata de expresiones artísticas que encuentren su origen en la añoranza del pasado, que se ven influidas por el entusiasmo de aquellas descripciones utópicas o distópicas sobre un futuro imaginario. Se trata de explorar la tensión existente entre lo antiguo y lo nuevo, al mismo tiempo de criticar el poder de la tecnología actual que nos distancia como sociedad. De este retro futurismo no solo se deriva el Steampunk (basado en la tecnología del vapor), sino también el Dieselpunk (estética art-decó bajo la influencia del expresionismo alemán), el Atompunk (proveniente de la amenaza atómica y bioquímica) y el Bitpunk (tecnologías basadas en el neón, la cibernética y la informática). Todas estas tendencias poseen el mismo tronco común pero se diferencian en pequeños matices y en sus fuentes de inspiración. Todas estas ramificaciones se yuxtaponen entre sí formando mezclas conjuntas de varios de los estilos diferentes.

Desde el punto de vista fotográfico, el Steampunk ofrece esa realidad que juega entre lo real y lo imaginario, entre lo nuevo y lo viejo, entre lo mecánico y lo biológico, un puente biomecanoide que conecta el presente con el pasado y el futuro. La fotografía, como herramienta predilecta para la plasmación de realidades fijas, permite esa fusión plástica que explora y trasciende sus propias funciones, aplicaciones, fuentes de creatividad y de inspiración, es decir, encierra las claves que permiten conectar las distintas realidades en un preciso instante. Es la magia de poder jugar, mezclar y componer conceptos artísticos diferenciados hacia una yuxtaposición gráfica en el espacio y en el tiempo.

Para concluir puede decirse que el Steampunk se fragua como un movimiento de crítica hacia la maltrecha e insana sociedad consumista, tratando de buscar un renovado positivismo para potenciar lo humano. Para ello toma la moda, la imagen y la tecnología, no como objetos  o herramientas sin alma, sino como alternativas para generar piezas de arte. El Steampunk ofrece también los ideales de una época ya perdida, la recuperación de una mejor educación, la revalorización del conocimiento y la búsqueda del individuo por encima de una sociedad masificada. En definitiva, la tendencia Steampunk es una apuesta diferencial de contracultura que desafía todos los estamentos afincados en la cultura corporativa del sistema actual..

Carlos Flaqué Monllonch















Artículo publicado en la revista "Luz y Tinta" número 33 Abril 2014 (págs 34 a 40)
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