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BLOG DE CRÍTICA Y REFLEXIÓN SOBRE ARTE Y ACTUALIDAD CULTURAL

viernes, 19 de enero de 2018

LAS PEQUEÑAS MUERTES DE BROOKE SHADEN



Brooke Shaden es una jovencísima y excelente fotógrafa norteamericana que nació en Lancaster, la ciudad de la Rosa Roja, Pensilvania, USA. Ese mágico lugar cautivó muy pronto su exquisita sensibilidad para eternizar los sentimientos de la naturaleza y del alma humana, especialmente, el mundo de la sensibilidad femenina. Su impresionante trabajo es una extensa enciclopedia de fotografía psicológica, donde la imaginación y los conceptos se entremezclan con una depurada técnica para elaborar sublimes poemas gráficos, un cosmos impactante de significados existenciales que erizan la sensibilidad hacia extremos imposibles.

Sus imágenes se registran como resultado de sesiones fotográficas previamente conceptuadas, poniendo una especial atención en el tratamiento posterior de la toma y del procesamiento. Su intención es diseñar, registrar y transmitir las emociones más intensas que se agitan en el interior del ser humano, emociones tristes que golpean y azotan las entrañas que ella misma denomina Pequeñas Muertes”.





Básicamente a Brooke Shaden le gusta fotografiar sus mundos bajo formatos cuadrados. Este marcado espacio de líneas iguales, le permite compactar y transmitir una sensación de estabilidad, serenidad y solidez  muy especiales que refuerzan su propio mundo de significados.

“Hago casi todas mis fotografías en mi apartamento,
lo que suele resultar bastante difícil pues solo tengo una habitación, además de una pequeña cocina y un cuarto de baño. Por suerte para mí, tengo una pared blanca y algo de luz solar”

Sus modelos apenas revelan sus rostros; eso confiere un aura de misterio y dolor en todos los seres vivos que aparecen en sus historias. Sus figuras modeladas son casi siempre damas en estado de caída, ninfas que florecen y decaen como presas en sus propios estados de ánimo o bajo las influencias externas. Rara vez incorpora elementos masculinos, probablemente porque los considere anti símbolos de la vida y de la sensibilidad. Su tendencia a lo femenino deambula como una geografía flotante que se encaja en las evoluciones de diversos espacios sensitivos. Asimismo esta feminidad representa distintos espejos de vida que reflejan el universo oculto de las almas anímicamente “tocadas”. Suspensiones, cuerdas, mariposas, pájaros, líquidos, paraguas, raíces, hojas, flores, frascos, jaulas… constituyen algunos de los elementos más habituales en sus posados femeninos.






“Creo que existe una verdadera belleza en el sufrimiento,
en la historia que lo acompaña”

Brooke Shaden suele trabajar con el autorretrato psicológico, entendido este como una forma directa de situarse en el interior de los mundos en los que desea vivir, universos herméticos, llenos de pulsaciones y experiencias personales y ajenas, escondidas pero que flotan inertes en la espesura interna de la intemperie agresiva, esperando ser liberados. Su ser interviene como un símbolo de desconsuelo femenino más que como figura física. De ahí que “Pequeñas Muertes” sea una de sus series más impactantes, pues en ella se sintetiza una marcada fusión entre la angustia del ser y la belleza de su esencia física.

Shaden se inició en la fotografía a finales de 2008, cuando se graduó en la Universidad de Temple con una licenciatura en Cinematografía e inglés. Muy prontamente empezó a publicar sus trabajos en Flickr. Su intención era transmitir las fuertes emociones que impregnan la vida de una mujer, fotografiar su mundo interno y hacer imágenes hermosas que los demás encontraban turbadoras.

“El objetivo de la fotografía es hacer que las cosas que los demás encuentran inquietantes y duras sean hermosas”

Su impresionante portafolio nos demuestra cómo la imaginación y el esfuerzo pueden ser las mejores herramientas para crear un trabajo lleno de significados y como mujer de artes, nos demuestra su pasión por la poesía y todo lo que implica una profunda narrativa visual.





“Desde pequeña he sido una chica muy conectada con la naturaleza. Crecí al aire libre por lo que uno de mis recuerdos más felices era cazando a punta de flecha con mi padre, jugando en el patio o haciendo fortines en los árboles. Siempre he tenido una gran imaginación. Quería ser escritora, luego cineasta y finalmente me convertí en fotógrafa. Esto ocurrió en diciembre de 2008. Me acababa de graduar de la universidad y había creado un cortometraje que resultó “menos que perfecto”. En es e tiempo me estaba preparando para mudarme a Los Ángeles con el objetivo de hacer cine. Entonces, recibí la llamada de un amigo que me enseñó Flickr y me sugirió que apostara por la fotografía. Desde que tuve algo de tiempo, me decidí a seguir adelante con ella. 



En aquél entonces ya tenía mi cámara digital… Creo que crear un estilo es lo más importante para que un fotógrafo sea diferente al resto; es algo que nace y evoluciona con la propia persona. Cuando dependes de ti mismo es crucial tener una rutina, una jornada de todo, así es que estoy a menudo hurgando n tiendas de segunda mano para seleccionar aquello que pueda servir para construir una buena escenografía. Siempre he estado fascinada por la vida y la muerte, y específicamente por la oportunidad de retratar la vida por la muerte y la muerte por la vida. Si hay un mensaje sólido que se ejecuta a través de mi trabajo, es cuestionar lo que significa estar vivo y con ello nuestros deseos más ocultos. Trabajo desde hace tiempo con varios que se han convertido en amigos cercanos y han tenido que hacer cosas muy extrañas para que pueda hacer un buen disparo. Los encontré a todos por casualidad. Mi idea es presentar fotografías de un modo más pictográfico. Uso Photoshop no sólo para añadir misterio, intriga y especificidad a mis imágenes, sino también para crear el formato cuadrado y construir un marco a partir de la combinación de varias imágenes”.




Brooke Shaden es arte oscuro puro, un microcosmos que permite a los espectadores hacer volar su imaginación, conduciéndolos al mundo de los ensueños o las inquietudes internas. La forma de posicionar las modelos remarca ya la belleza natural del cuerpo femenino junto a una expresividad emotiva que emana de su interior. Son imágenes que denotan los azaramientos que configuran y amenazan la psique de la mujer, la incomunicación, el aislamiento, el miedo, la quiebra moral, las fantasías, los anhelos, la pasión, la delicadeza, la inteligencia, la intuición…

Lo más sorprendente de las imágenes de Brooke Shaden sea quizás su ímpetu por los detalles y su forma de explorar los sentimientos y miedos de la mujer, usando una variedad de técnicas para crear diversos estados de ingravidez y levitación. Esta técnica, que luego se perfeccionó en Adobe Photoshop, permite la ilusión de que el modelo esté flotando en el aire. Este procedimiento ha llevado a Brooke a la creación de fotografías bajo el agua, desafiando todo tipo de dificultades.

“Creo que el marco cuadrado permite al espectador asistir
al nacimiento de un nuevo mundo, en lugar de ver una fotografía
con la relación de aspecto fotográfico típico”



Brooke opina que la fotografía debe contar historias, devenires entre un ir y volver, ciclos vitales que nacen y mueren misteriosamente en un espacio y tiempo determinados, algo así como una especie de catarsis psicoanalítica entre la muerte del ser y su renacimiento. Es un artista que inhala todo el proceso del ser.

“Creo que crear un estilo es lo más importante para que un fotógrafo  sea diferente al resto; es algo que nace y evoluciona con la propia persona. Cuando dependes de ti mismo es crucial tener una rutina, una jornada de trabajo completa. Por eso me gusta despertar a una hora decente, alrededor de las 7 am. Me interesa mantenerme al día para tener una actividad fluida así es que parto revisando mi correo. En el trayecto aprovecho de buscar nuevos lugares para disparar. Por lo general, las tardes y las noches, las tengo reservadas para sesiones fotográficas y prop-making. Luego me voy como una niña temprano a la cama, y a menudo puedes encontrarme trabajando hasta entonces… Es el precio de amar lo que haces”

Brooke Shaden siempre he tenido una intensa fascinación hacia el arte oscuro. Para ella la oscuridad es algo que forma parte de la vida diaria porque permite trascender el espectro normal de la realidad y llegar a un mejor conocimiento de nuestra esencia. Sin embargo, nuestra cultura nos muestra un temor infundado a la muerte o a los estados de melancolía o caída. No deberíamos temer estas sensaciones y procesos, tenerles miedo contradice nuestras creencias. Las religiones nos inculcan que tras la vida, la muerte permite alcanzar el máximo estado de gloria, porque nos libera de la esclavitud de la diaria realidad y nos fusiona con la esencia de los eterno y divino. Sin embargo tenemos miedo y asociamos todo ello al horror y la pérdida.



Para Brooke Shaden la oscuridad es pues algo que muchas personas evitan ya que obliga a cuestionar cosas que a menudo no se quieren pensar. Pero conocer el final de la vida nos libera de muchos temores.  Regresar a la profundidad de lo originalmente intangible. Quizás por ello Brooke Shaden es una amante de la fotografía subacuática porque le permite acceder a un mundo desconocido para la gran mayoría de personas, a una especie de inmersión maternal. Shaden ama jugar con el tiempo y sus límites y la sumersión liquida del ser le permite manipular esta variable. Los espacios líquidos no permiten a los seres humanos existir durante largos períodos de tiempo, sin embargo, la fotografía permite detener este instante cero permitiendo estar sumergido toda la eternidad. Es un momento de máxima expresión ya que los elementos líquidos representan la oscuridad y el misterio, la vida y la muerte, el principio y el fin, la tesis y antítesis siguiendo la filosofía dialéctica de Hegel.



Carlos Flaqué Monllonch