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BLOG DE CRÍTICA Y REFLEXIÓN SOBRE ARTE Y ACTUALIDAD CULTURAL

viernes, 13 de enero de 2017

LAS "PEQUEÑAS MUERTES" DE BROOKE SHADEN






Brooke Shaden es una joven y excelente fotógrafa norteamericana que nació en Lancaster, la ciudad de la Rosa Roja, Pensilvania, USA. Desde muy pronto este mágico lugar cautivó su sensibilidad para eternizar los sentimientos de la naturaleza humana, especialmente vinculado a la sensibilidad femenina. Su trabajo es una extensa enciclopedia de fotografía psicológica donde la imaginación y los conceptos se entremezclan con una depurada técnica para elaborar sublimes poemas gráficos, un cosmos impactante de significados existenciales que erizan la ternura hacia extremos imposibles.

Sus imágenes se registran como resultado de sesiones fotográficas previamente conceptuadas, poniendo una especial atención en el tratamiento posterior de la toma y del procesamiento. Su intención es diseñar, registrar y transmitir las emociones más intensas que se agitan en el interior del ser humano, emociones tristes que golpean y azotan las entrañas que ella misma denomina Pequeñas Muertes.

Creo que existe una verdadera belleza en el sufrimiento,
en la historia que lo acompaña.

Básicamente a Brooke Shaden le gusta fotografiar sus mundos bajo formatos cuadrados como un marcado espacio de líneas rectas, definidas, simétricas y cerradas  que permiten compactar y transmitir  una sensación de estabilidad, serenidad y solidez especiales que refuerzan su propio mundo de significados sin dejar alternativa a posibles fugas. Para ella el control emocional es de suma importancia.

Hago casi todas mis fotografías en mi apartamento, lo que suele resultar bastante difícil pues solo tengo una habitación, además de una pequeña cocina y un cuarto de baño. Por suerte tengo una pared blanca y algo de luz solar (…) Creo que la dimensión cuadrada permite al espectador asistir al nacimiento de un nuevo mundo en lugar de ver una fotografía con la relación de aspecto fotográfico típico.

Brooke opina que la fotografía debe contar historias, devenires entre ida y vuelta, un permanente ciclo vital que nace y muere misteriosamente en un espacio y tiempo determinados, algo así como una especie de catarsis psicoanalítica entre la muerte del ser y su renacimiento. Ella es una artista que inhala para sí misma todo el proceso del ser y lo proyecta en su materialización gráfica.

Sus modelos apenas revelan los rostros. Eso confiere un aura de misterio y dolor en todos los que aparecen en sus historias, figuras modeladas como damas en estado de caída, ninfas que florecen y decaen presas de sus propios estados de ánimo o influencias externas. Rara vez incorpora elementos masculinos, probablemente porque los considere anti símbolos de la vida y de la sensibilidad. Su tendencia a lo femenino deambula como una geografía flotante que encaja en las evoluciones de diversas áreas sensitivas. Asimismo, esta feminidad tan detallada representa distintos espejos de vida que reflejan el universo oculto de las almas anímicamente tocadas.

Brooke Shaden suele trabajar con el autorretrato psicológico, entendido este como una forma directa de situarse en el interior de los mundos y seres donde desea vivir y ser, un conjunto de universos herméticos llenos de pulsaciones y experiencias personales o ajenas, escondidas pero flotantes e inertes en la espesura interna de la intemperie agresiva para ser liberados.  El propio ser interviene más como un símbolo de sufrimiento femenino que como figura física. Pequeñas Muertes es una de sus series fotográficas más impactantes. En ella se destaca la fusión entre la angustia del ser y la belleza de su esencia física.

El objetivo de la fotografía es hacer que las cosas
que los demás encuentran inquietantes y duras, sean hermosas.

Shaden se inició en la fotografía a finales del 2008, tras graduarse en la Universidad de Temple (Filadelfia,USA) gracias a una licenciatura en cinematografía e inglés. Muy pronto empezó a publicar sus trabajos en Flickr. Su intención era transmitir las fuertes emociones que impregnan la vida de una mujer al fotografiar su mundo. Poco a poco fue derivando a su propio cosmos interior. Su portafolio muestra cómo la imaginación y el esfuerzo pueden ser las mejores herramientas para crear un trabajo lleno de significados, poesía y todo lo que implica una profunda narrativa visual. He aquí sus propias palabras:

Desde pequeña he sido una chica muy conectada con la naturaleza, crecí al aire libre por lo que uno de mis recuerdos más felices eran aquellos donde cazaba a punta de flecha con mi padre, jugando en el patio o haciendo fuertes en los árboles. Siempre he tenido una gran imaginación. Quería ser escritora, luego cineasta y finalmente me convertí en fotógrafa. Fue en diciembre de 2008. Me acababa de graduar en la universidad y había creado un cortometraje y me estaba preparando para mudarme a Los Ángeles con el objetivo de hacer cine. Entonces recibí la llamada de un amigo que me enseñó Flickr y me sugirió que apostara por la fotografía. Desde que tuve algo de tiempo, me decidí a seguir adelante con ella. En aquél entonces ya tenía mi cámara digital… Pienso crear un estilo es lo más importante para que un fotógrafo para que sea diferente al resto; es algo que nace y evoluciona con la propia persona.

Me encanta ser capaz contar una historia, estar en constante expansión y crecer con cada imagen; me gusta la sensación que deviene con una nueva idea, la edición y  el producto final en un tiempo relativamente corto. Quiero hacer de la oscuridad y de lo desconocido algo hermoso y para lograrlo utilizo colores vivos y trazos de pincel digital para suavizar el concepto. En mis imágenes hay vida y muerte, ya sea literal o figurada. Tengo un presupuesto muy limitado, así que a menudo estoy hurgando en las tiendas de segunda mano para seleccionar aquello que pueda servir para construir una buena escenografía.

Trabajo desde hace tiempo con varias personas que se han convertido en amigos cercano. Ellos han tenido que hacer cosas muy extrañas para que yo pueda hacer un buen disparo. Uso Photoshop no sólo para añadir misterio, intriga y especificidad a mis imágenes, sino también para crear el formato cuadrado y construir un marco a partir de la combinación de varias imágenes (…) Creo que crear un estilo es lo más importante para que un fotógrafo sea diferente al resto; es algo que nace y evoluciona con la propia persona.










Brooke Shaden es puro arte oscuro, un microcosmos que permite a los espectadores volar imaginariamente hacia un mundo de ensueños e inquietudes internas. Le fascina posicionar las modelos de manera determinada, realzar su belleza natural y frágil dinámica a fin de reforzar la expresividad emotiva del cuerpo femenino. Son imágenes que denotan las turbaciones que configuran  y amenazan la psique de la mujer, la incomunicación, el aislamiento, el miedo, la quiebra moral, los sueños, los anhelos, la pasión, la delicadeza, la inteligencia, la intuición…

Lo más sorprendente de sus imágenes es su extrema pasión por los detalles y su forma de explorar los sentimientos y miedos de la mujer. Para ello crea diversos estados de ingravidez y levitación gracias al uso de diversas técnicas y Adobe Photoshop. Incluso Brooke fotografía bajo el agua desafiando todo tipo de dificultades.

Brooke Shaden siempre he tenido una intensa fascinación hacia el arte oscuro. Para ella la oscuridad es algo que forma parte de la vida diaria porque le permite trascender el espectro normal de la realidad y llegar a un mejor conocimiento de nuestra esencia humana. Sin embargo, nuestra cultura nos muestra un temor infundado a la muerte o a los estados de melancolía o caída. No deberíamos temer estas sensaciones y procesos, porque tenerles miedo contradice nuestras creencias. 










Las religiones nos inculcan que tras la vida, la muerte permite alcanzar el máximo estado de gloria, porque nos libera de la esclavitud de la realidad diaria al mismo tiempo que nos fusiona con la condición de los eterno y divino. Pero les tenemos miedo y asociamos todo ello al horror y a la pérdida. Para Brooke Shaden la oscuridad es algo que muchas personas evitan porque obliga a cuestionar las cosas que a menudo no quieren pensar. Conocer el final de la vida nos libera de muchos temores. 

Para finalizar cabe decir que la fotografía subacuática es otra gran pasión para Brooke Shaden ya que para ella el mar representa la oscuridad y el misterio, la vida y la muerte, el principio y el fin, la tesis y antítesis según la filosofía dialéctica de Hegel.

Text: Carlos Flaqué Monllonch
Photos: Brooke Shaden

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Articulo publicado en la revista "Luz y Tinta" (número 37)