TICK TACK, TIEMPO, ESPACIO Y COMUNICACIÓN

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BLOG DE CRÍTICA Y REFLEXIÓN SOBRE ARTE Y ACTUALIDAD CULTURAL

viernes, 18 de octubre de 2019

LA INFLITRACIÓN POLICIAL COMO TÁCTICA DE PROVOCACIÓN

Cabe saber que los infiltrados operan introducidos de manera encubierta y oculta en grupos o territorios considerados como “enemigos”. Actúan de incógnito bajo consignas concretas para organizar operaciones beneficiosas a sus interesados. Es por ello que muchas de estas acciones violentas en Catalunya puedan ser perpetradas por CDR extremos, grupúsculos ultras, o bien ser consecuencia de policías camuflados, sin olvidar a las bandas de salvajes desbocados altamente vinculados a la bronca, al jaleo y a los actos vandálicos, es decir, sujetos que aprovechan cualquier situación masiva urbana para desatar su ira, sus frustraciones, odios y capacidades agresivas. Dentro de este marco de crisis generalizada, estos extremistas pueden aprovechar las circunstancias a fin de generar el caos, falseado en nombre de ciertas ideas o posturas. Cuando esto ocurre los medios de comunicación, así como los adversarios políticos, aprovechan los incidentes para sobredimensionar y difundir los incidentes a fin de reforzar sus noticias y criminalizar las movilizaciones. Son argumentos en contra de las movilizaciones. Esto ha pasado ya en diversas manifestaciones y levantamientos populares como son los casos de Francia, Ucrania, el 15M (en España) o el 1-O (en Catalunya). La historia y la actualidad son testigos directos de todo tipo de infiltraciones, unas internas y otras sufragadas por intereses extranjeros. Véase Venezuela, Perú, Egipto, Argentina, China...

Haya pues infiltrados o NO (el tiempo lo demostrará), las protestas en Catalunya deben ser pacíficas y ante la violencia tener una respuesta firme contra todo tipo de violencia callejera. Los políticos catalanes deben ser unánimes hacia la cordura, la paz, el acuerdo y el diálogo como únicas vías de entendimiento. Las capuchas, los pasamontañas, las barricadas, la quema de materiales y vehículos, el lanzamiento de objetos y los cócteles Molotv, no representan al verdadero y pacifico independentismo. Se trata de reivindicar y luchar con sentido común.

Como curiosidad final cabe decir que la táctica de la infiltración fue inventada y desarrollada por el general alemán Oskar von Hutier (1857-1934), quien fue uno de los mejores estrategas e innovadores de la Primera Guerra Mundial. La táctica fue ampliamente usada por las tropas de asalto alemanas “Sturmtruppen” que causaron verdaderos estragos en las filas enemigas. Hoy en día, las tácticas de infiltración junto a las operaciones de bandera falsa, son ampliamente usadas en todo el mundo bien como detonantes de acontecimientos violentos, bien como medio para obtener información o para desarticular grupos considerados peligrosos o amenazantes.

Haya pues infiltrados o NO (el tiempo lo demostrará), las protestas en Catalunya deben ser pacíficas y ante la violencia tener una respuesta firme contra todo tipo de violencia callejera. Los políticos catalanes deben ser unánimes hacia la cordura, la paz, el acuerdo y el diálogo como únicas vías de entendimiento. Las capuchas, los pasamontañas, las barricadas, la quema de materiales y vehículos, el lanzamiento de objetos y los cócteles Molotv, no representan al verdadero y pacifico independentismo. Se trata de reivindicar y luchar con sentido común.

Carlos Flaqué Monllonch






LA FRASE DEL MES (SEPTIEMBRE 2019)

miércoles, 16 de octubre de 2019

ESPAÑA Y CATALUÑA, TIERRAS DE ETERNOS CONFLICTOS

  Toda crispación es evitable si la inteligencia prevalece sobre cualquier tipo de testosterona ideológica y política. Lo que está ocurriendo en Catalunya, desde hace tiempo, es triste y desolador, pero es la consecuencia de cuando las cosas se hacen mal, pésimamente mal. La casuística de esta dinámica es tangible y conocida pero es tema para tratar aparte. Lo que si es un a realidad inmediata es que el puente entre España y Cataluña está completamente roto y veo muy difícil su reconstrucción. Y con los puentes rotos nadie puede cruzar el abismo.

  Catalunya y España están en una permanente encrucijada bidireccional de difícil solución, especialmente porque “ningún Estado, mientras tenga fuerza, permitirá que un territorio suyo se separe del conjunto, aunque éste tenga su propia personalidad histórica, desarrolle protestas pacíficas o genere desórdenes de cualquier tipo." En segundo lugar,  porque la política no es un juego de niños, es un ejercicio muy serio que implica características de las cuales hoy en día se carece, especialmente en este país. En tercer lugar porque la política deja de existir cuando se muestran los “cojones” en lugar del cerebro, algo muy típico del temperamento español, y cuando desaparece la via del diálogo, la convivencia y la empatía, bases de cualquier democracia real; no no hay ingeniería posible y capaz de construir puentes cuando no existe actitud para manetnerlos en pie. En cuatro lugar, cabe saber que la independencia de un territorio no se consigue utilizando astucias emocionales, poniendo tenso al feroz guardián de la integridad, ambas acciones que sólo conducen a consecuencias cual de ellas más represivas. En quinto lugar, la independencia es un proceso muy lento que debe trabajarse con inteligencia, estrategia, tiempo, paciencia y gran habilidad política. Todas ellas cualidades carentes en esta profunda crisis. Toda celeridad es un mal aliado a los cambios porque el chip mental es el primer objetivo a cambiar. En sexto lugar, lamentablemente la historia nos ilustra que la gran mayoría de las independencias de países o de territorios sólo se han conseguido a través de revoluciones violentas o estallidos bélicos pero contrariando al gran Carl Von Clausewitz (“la confrontación armada es la continuación de la política por otros medios”), la violencia es la mayor atrocidad de las concebidas por el ser humano. Y este no es el camino hacia el futuro.


  La situación en Catalunya está repleta de errores por ambas partes. Los patinazos han sido esperpénticos. Calmar los ambientes y acercar posiciones para que sean capaces de tender nuevos puentes de comunicación, parece ser la única solución posible para evitar las quiebras. España debe prepararse para afrontar un gran cambio como país, si o si, porque su modelo como Estado, centralizado y monárquico, está obsoleto, y por tanto, precisa de una construcción distinta sobre la territorialidad. Un primer puente para abrir diálogos -aunque no guste a ciertos sectores políticos y financieros todavía anclados en férreas sistemas de inmovilismo- sería que el actual gobierno de España iniciara la tramitación de los indultos a los condenados del Procés. Lejos de ser un signo de debilidad vendría a ser la demostración ante el mundo de un Estado fuerte que confía en sus propias capacidades democráticas para resolver las diferencias. Como dice la sabia reflexión: "sin perdón no hay paz". Solo así se podrían calmar los egos heridos y actualmente atrincherados. Sólo así es posible la apertura de mesas de negociación para solucionar políticamente lo que nunca debió llegar a los tribunales. Eso quizás sea mucho pedir teniendo en cuenta las ideas alocadas que aun deambulan por un país encapsulado en viejos tiempos obsoletos. Los Estados deben modernizarse, actualizarse en base a generar equilibrios entre sus fuerzas. Ese consenso global es necesario para construir países fuertes y modernos. Y para ello hay que trabajar sin asperezas. Los problemas nunca se pueden solucionar con vociferios, violencias, extremismos y crispaciones como armas. Hoy en día, los dirigentes sabios deben permanecer al margen del encegamiento, de las acciones provocantes y agresivas que únicamente conllevan mayores agravios a los problemas.

  El pulso entre Catalunya y el Estado español tiene sin duda razones muy lejanas y revisando todo este largo tiempo se descubre que ningún gobierno, central y autonómico, ha sabido ver y afrontar la problemática con inteligencia, ni tan siquiera prever las secuelas que de todo ello se derivarían. Probablemente un adecuado concierto económico en su momento y el reconocimiento de un posible estado plurinacional, como define a otros países, hubieran sido dos medidas eficaces y clarividentes para progresar hacia la resolución de los graves conflictos que atraviesa este país. Todos debemos aprender que las vías unilaterales, opresivas, cerradas y violentas, sólo conllevan a espirales virulentas que a su vez generan bucles interminables sin solución. Cuesta entender pues que en pleno siglo XXI ninguna de las formaciones políticas españolas tengan la valentía, la inteligencia y la voluntad para afrontar los cambios tan necesarios que daría un aire más equilibrado al país. La pregunta salta a la vista... ¿Por qué existe tanto miedo a ese cambio? Quizás la respuesta a esta pregunta permita descifrar la clave que bloquea el resorte de este cambio tan necesario. Pero mientras en España imperen los viejos poderes, todos los resortes a posibles cambios serán abortados y serán impensables.

Carlos Flaqué Monllonch

jueves, 10 de octubre de 2019

¿QUIÉN TRATA DE DEMONIZAR A GRETA THUNBERG?

La 23ª Cumbre del Clima se celebra en Bonn.

Desde hace tiempo el cambio climático, las políticas y acciones que giran en torno al mismo, incluyendo la actitud de la gente y de los Estados, es un tema que está presente en todas las cabeceras mediáticas del planeta. Durante este largo período de tiempo ha aparecido un nombre que se ha convertido en un personaje viralmente famoso, fuente de partidarios y detractores, algunos de estos altamente corrosivos y maliciosos. Me refiero a Greta Thunberg, la activista ambiental sueca que ha centrado su lucha por evitar los efectos devastadores del cambio climático. Greta es conocida por su especial forma de expresarse ante los líderes y asambleas políticas a los que pide intensamente una acción inmediata para abordar de una vez la crisis climática. Sus declaraciones han puesto en evidencia a todos los estamentos del poder político, empresarial e industrial mundiales, especialmente por su doble juego sobre el clima, generando opiniones y críticas diversas. Lo más grave es el uso de determinadas estrategias para desacreditar a Greta y a su familia, algo muy típico cuando se trata de buscar estrategias de descrédito. La propia escritora Tina Lowe del Washington Examiner escribió:

“Los padres de Greta Thunberg buscadores de fama, particularmente su madre, estrella de ópera cuya fama se desvaneció, están prostituyendo y echando a perder a Greta, sin tener en cuenta los supuestos problemas mentales que sufre. Al hacerlo la estaban sometiendo a abuso infantil.”

Resultado de imagen de Greta Thunberg

Lo que no es ético ni moral es, desde las plataformas de poder, la defensa de ciertos intereses político-económicos partiendo de acciones malévolas contra un menor que padece además el llamado “síndrome de Asperger”, un trastorno que lo padecen o han padecido muchas personas y niños, algunas famosas como Albert Einstein, Andy Warhol, Bill Gates, Steven Spielberg, Charles Darwin, Tim Burton, Dan Aykroyd, Daryl Hannah, Keanu Reeves, Stanley Kubrick, Courtney Love, Syd Barret, Anthony Hopkins, Woody Allen… La mayoría de estas celebridades han sido aceptadas socialmente gracias a su aportación al sistema, pero en las escuelas muchos niños sufren Asperger y generalmente son víctimas de bullying o descrédito social. En el caso de Greta Thunberg contra la cual se utiliza el Asperger como arma de acoso y derribo personal. Este tipo de estrategia es inmoral y define una perversidad inimaginable. Lamentablemente nuestra sociedad busca por encima de todo proteger determinados intereses que no convienen que sean puestos en entredicho. Greta simplemente es una chica de 16 años muy preocupada por el futuro del planeta y hace difusión de ello para crear una conciencia colectiva que reequilibre el desvarío voraz del capitalismo neoliberal. A su manera trata de dar un claro mensaje tocando los puntos más emocionales de la gente afín de todos tomemos conciencia definitiva sobre la debacle que amenaza nuestra supervivencia. No le busquemos pues los tres pies al gato y empecemos a cambiar nuestros hábitos. Este es el mensaje.

Carlos Flaqué Monllonch