“¿QUÉ ES LO QUE PRETENDE LA NOSTALGIA?
ES LA ÚNICA DISTRACCIÓN QUE TENEMOS A LOS QUE YA NO NOS QUEDA FE EN EL
FUTURO”
Ayer, por recomendación de un buen amigo
vi la película LA GRAN BELLEZA, de Paolo Sorrentino, una extraña e hipnótica
película italiana donde el director explora las miserias y escasas virtudes de
la alta sociedad romana, a través de la sorna y la simpatía, la intelectualidad
y el decadente esnobismo pedante. Sin duda, estamos ante un film poco
entendible para el gran público, en el cual se evidencia, de manera maestra, la
falsa consciencia que ilumina las altas esferas de la jet set romana, en cuyos
círculos viciosos se destila la ascendencia y caída de la belleza en todas sus
formas bipolares, alicaídas y pedantes. Se trata de un film de difícil
digestión, pero hábilmente estructurado bajo una inusitada belleza guionística
y audiovisual. A partir de ahí, la película es un pleno desarrollo entre mundos
dispares y enfrentados, arropados por el constante movimiento de la cámara, la
transición de ingeniosos planos que expresan un vaivén excitante entre
realidades distintas y paralelas y relaciones interconexas y divergentes en sus
respectivos espacios y tiempos. Podríamos decir que todo el film es una jugada
maestra y extrema sobre la vida y la belleza despojada de sus artificios y
pretenciosos envoltorios.
"CONOCER A MUCHA GENTE ES GARANTÍA DE INFELICIDAD"
Personalmente el film me ha fascinado.
Aún estoy dándole vueltas, pues hay muchísimos simbolismos y significados, pero
a su vez, me ha descolocado por completo. No sabía a qué iba a enfrentarme. Y
me ha abofeteado el cerebro pues no había tomado referencias con anterioridad.
Eso es el trauma de abrir una puerta y ver la gran bestia a 20 cm. de tu cara.
Pasado el susto, uno empieza a ver las maravillas que se esconden en sus
terribles arrugas. Es así como quitas la piel falsa y descubres la belleza en
sí misma, en su estado puro. Pero insisto, al margen del hilo argumental de la
cinta, del simbolismo yacente que transmite, o las tremendas colgaduras
dialécticas de los personajes en sus fiestas o intimidades, el movimiento
constante de la cámara, los sucesivos planos y encuadres cinematográficos, son
una autentica pasada. Pura poesía y arquitectura visual. Sin duda, es una
película para verla más veces, porque posee muchísimas lecturas y de ellas
sacar interpretaciones diversas. Es una película para deconstruirse y
reconstruirse incesantemente y cuya resolución final es sorpresiva a cada
visionado. En ella la observación de las imágenes es clave, sólo así se hilvana
la complejidad de la belleza en el tiempo oportuno (recordemos la escena de las fotos del niño a hombre en el medio
círculo del espacio no finito entre lo antiguo y externo). La película un
“crescendo continuum”, con múltiples pulsos subliminales. Los
"flash-back" emergen como marcadas referencias que reordenan el
viaje temporal hacia los contrastes más extremos de sus contradicciones distintas:
pasado-presente, belleza-fealdad, juventud-vejez, inteligencia-estupidez,
vanidad-sencillez, plenitud-vaciedad, vida-muerte… etc.
“EL FUNERAL ES LA CITA MUNDANA POR EXCELENCIA”
Esa frase me fulminó, porque en ella se
percibe el hedor de la hipocresía social. También me dejó petrificado la escena
donde el protagonista principal, Jep Gambardella (Tony Servilo), desenmascara la farsa exudativa de su amiga Stefania
(Galatea Ranzi) al intentar darle sin
éxito lecciones sobre ideología, moral y valores existenciales, justamente a un
tipo que va sobrado de todo, que no engaña y es dolorosamente honesto consigo
mismo, aunque duela a los demás y que a pesar de haberse alejado de la creación,
ha sabido mantener su espíritu crítico. Eso le hace sentirse solo, no creyente
en nada, pero a vez, transeúnte de esa vida que no supone compromisos ni
exigencias; porque al fin y al cabo vivir es SIMPLEMENTE VIVIR. De ahí que
habiendo escrito solo una novela en su vida, cuando todo parecía con sentido,
se auto pregunte…. Para qué hacerlo si en el fondo todo es un trucaje, incluso
la propia vida. Recordemos sus últimas palabras…
“Todo
termina con la muerte, aunque primero ha habido una vida escondida… guardada
bajo la frivolidad y el ruido, el silencio y el sentimiento, la emoción y el
miedo, junto a los demacrados e inexistentes destellos de la belleza, la
decadencia y la desgracia, y el hombre miserable. Todo permanece sepultado bajo
la cubierta de la vergüenza de estar en el mundo. Existen otros lugares, otras
cosas, pero a mí no me importan (…) En el fondo todo es un truco.”
Carlos Flaqué Monllonch